miércoles, 15 de octubre de 2008

Quizá pueda vivirse el amor así, de un modo horrible.

Ella le mira. Es así como le ve durante su ausencia, tal como está ahí. Lleno de imágenes mudas, ebrio de sufrimientos diversos, del deseo de volver a encontrar un objeto perdido, tanto como de comprar uno que aún no tiene y que de pronto se convierte en su razón de ser, este traje, este reloj, este amante, este coche. Dondequiera que esté, haga lo que haga, siempre un desastre para él sólo.

Ella puede mirarle largo rato, noches enteras. Se da cuenta de que tiene los ojos abiertos. El le sonríe como si estuviera desenmascarado en cierto modo, contrito, sin dejar la interminable excusa de vivir, de tener que hacerlo.

Marguerite Duras (Los ojos azules pelo negro.)

miércoles, 8 de octubre de 2008

Confianza

Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.

Mar con olas trajineras
—mientras haya—
trajinantes de alegrías,
llevándolas y trayéndolas.

Lino para la hilandera,
árboles que se aventuren,
—mientras haya—
y viento para la vela.

Jazmín, clavel, azucena,
donde están, y donde no
en los nombres que los mientan.

Mientras haya
sombras que la sombra niegan,
pruebas de luz, de que es luz
todo el mundo, menos ellas.

Agua como se la quiera
—mientras haya—
voluble por el arroyo,
fidelísima en la alberca.

Tanta fronda en la sauceda,
tanto pájaro en las ramas
—mientras haya—
tanto canto en la oropéndola.

Un mediodía que acepta
serenamente su sino
que la tarde le revela.

Mientras haya
quien entienda la hoja seca,
falsa elegía, preludio
distante a la primavera.

Colores que a sus ausencias
—mientras haya—
siguiendo a la luz se marchan
y siguiéndola regresan.

Diosas que pasan ligeras
pero se dejan un alma
—mientras haya—
señalada con sus huellas.

Memoria que le convenza
a esta tarde que se muere
de que nunca estará muerta.

Mientras haya
trasluces en la tiniebla,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Susurros de estrella a estrella
—mientras haya—
Casiopea que pregunta
y Cisne que la contesta.

Tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando
—mientras haya—
amanecer de poema.

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga.

Pedro Salinas

viernes, 3 de octubre de 2008

Libro pendiente

"Iban hacia el este. En aquellos días las ciudades todavía no se habían metastetizado en kaiju, amenazándose unas con otras con humo e ingentes hileras de casuchas; en aquellos días sus límites eran un suelo corbusiano: lo urbano simplemente desaparecía con la rapidez de un latido. Un segundo estabas en las profundidades del siglo XX (bueno, del siglo XX del Tercer Mundo) y el siguiente te encontrabas sumergido ciento ochenta años atrás en ondulantes cañaverales. La transición entre estos estados era como en alguna fokin máquina del tiempo. La luna, se ha dicho, era llena y la luz que llovía en las hojas de los eucaliptos creaba una atmósfera espectral".

(Junot Díaz. La maravillosa vida breve de Óscar Wao.)