jueves, 26 de febrero de 2009

Por si acaso.

¿Crees que soy fantástica?, le preguntó ella un día en que ambos se hallaban recostados sobre el tronco de un arce petrificado.

No, dijo él.

¿Por qué?

Porque hay muchas chicas fantásticas. Puedo imaginar como cientos de hombres han llamado fantásticas a las mujeres que aman, y eso que solo es mediodía. Nunca podrías ser algo que puede aplicarse a la vez a cientos de mujeres.

¿Estás diciendo que soy antifantástica?

Exactamente.

Todo está iluminado. Jonathan Safran Foer.

jueves, 5 de febrero de 2009

Siempre cuesta un poquito.

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto,
ah, pero mi tristeza sólo tuvo un sentido,

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron.

Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo,
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad,
pero vos encontraste la manera,
una manera tierna
y a la vez implacable,
de deshauciar mi amor.

Con un sólo pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible,
lo envolviste en nostalgias,
lo cargaste por cuadras y cuadras,
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera,

ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte que no es mucha.

Creo que tenés razón,
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo.

Hace mucho, muchísimo,
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno.

Ahora estoy solo,
francamente solo,
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado.

Antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno,
con los ojos bien secos
por si acaso,
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Benedetti.

La culpa es de uno.