lunes, 16 de mayo de 2011

En el camino.

"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un '¡Ahhh!'."

Kerouac

viernes, 11 de marzo de 2011

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Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.
Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra
y se le puede prender fuego.

Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio.
Porque las mejores palabras del amor
están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también
ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama.
Tú sabes como te digo que te quiero cuando digo:
“qué calor hace”, “dame agua”, “¿sabes manejar?”, “se hizo de noche”…
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
te he dicho “ya es tarde”,
y tú sabías que decía “te quiero”.

Una semana más para reunir todo el del tiempo.
Para dártelo.
Para que hagas con él lo que tu quieras:
guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto.
Sólo quiero una semana para entender las cosas.
Porque esto es muy parecido
a estar saliendo de un manicomio para entrar aun panteón.

Sabines